OTRO AÑO MAS
por José M. García Mañogil
El nuevo año comienza, teniendo en cuenta la nada sutil diferencia entre unos comicios municipales y otros nacionales, de manera muy similar al recientemente terminado: electoralmente.
El 2007 comenzó en plena precampaña, o campaña electoral sin más ambages.
Las disputas internas de algunos partidos encendieron un clima de expectación dentro de sus afiliados, mediatizando la campaña de alguna manera, sobre todo el PSOE cuya guerra interna le llevó a no conseguir los resultados que esperaban. El PP, en un clima de elección de candidatos mucho menos democrático y transparente que el anterior –como quedó explícitamente demostrado cuando Hernández Mateó declaró a un medio de comunicación que quienes serían los integrantes de su lista lo sabrían un día antes de hacerse pública ésta, y para los malos carbón- apenas trascendió, pero sin duda estaba patente para todos, sobre todo para los propios afiliados al PP. Hernández Mateo también decidió ser él el candidato, planteando su campaña electoral como un juicio paralelo cambiando mediáticamente los juzgados por las urnas en el caso de la compra-venta de las fincas de Almoradí, por las que se encuentra iimputado judicialmente y, desde luego, la apuesta le salió bien, como a Alperi y al de Castellón.
Esquerra Unida abordó la campaña basándose en su programa electoral y haciendo principal hincapié en las necesidad de un cambio “por la izquierda” –el único posible-, y siempre dentro de un gran respeto hacia el resto de formaciones políticas. Este respeto no se vio correspondido por Hernández Mateo que llegó a utilizar las más burdas descalificaciones contra la persona de nuestro candidato a la alcaldía traspasando los límites éticos que en toda buena práctica política debieran regir; no se quedaron a la zaga el grupo de Los Verdes, utilizando en mítines y panfletos similares descalificaciones, confundiendo una vez más al contrincante político -o quizás no-.
Con escasos medios económicos, pero con una valoración a posteriori muy positiva de nuestra campaña electoral, el resultado, seguramente no tanto por esta campaña como por el trabajo realizado durante el mandato, fue el que pasáramos de uno a dos concejales, siendo EU la formación política que tuvo un mayor aumento porcentual de votos en las elecciones de mayo.
La mayoría absoluta obtenida nuevamente por el PP consagró a Hernández Mateo como el indestructible político que, con sus dos décadas de gobierno, ha transformado el gobierno local en un régimen personalista.
Las publicitadas intenciones del PP de evitar el clima de crispación existente hasta el momento, haciendo una política de “mano tendida a la oposición”, no dejó de ser una soberana tontería y además mentira. Lo que alguno de ellos llamó, muy acertadamente, “pax romana” era obviamente una petición de sumisión… De diecinueve solicitudes de dedicaciones exclusivas se concedieron dieciocho, solo quedó excluida la de EU; las asignaciones a los Grupos Municipales -después de la denuncia de EU ante el Juzgado, por aplicarlas de forma ilegal- el PP las dejó en algo meramente simbólico; y la Ley de municipios de gran población la están aplicando según sus intereses y obviando lo que de participación popular tiene.
La constatación de que el PP –léase Hernández Mateo- sigue impertérrito en su manera de gobernar es que EU ya ha tenido que interponer dos recursos contencioso-administrativos contra el Pleno; uno por las anteriormente citadas asignaciones a los grupos municipales y la otra por conceder la compatibilidad de sus actuaciones privadas con su cargo de concejal de Hacienda y Patrimonio a Joaquín Albaladejo. Nada ha cambiado, o en todo caso no ha cambiado para mejorar en democracia y transparencia.
Después de siete meses de mandato del PP, solo podemos constatar dos hechos importantes fruto del acuerdo: la congelación del IBI hasta el 2013 y la petición y dotación de suelo a la Consellería para la construcción de escuelas de Educación Infantil de 0 a 3 años, ambas sobre propuestas por EU.
Los sinsabores, lógicamente, han sido más numerosos. La negativa del PP a aprobar el resto de propuestas de EU, de las que han querido llevar a Pleno, como las del resto de la oposición, demuestran su férrea voluntad de dar más de lo mismo de siempre a nuestra ciudad. Así, haciendo de la Ley un guante a su medida, se han concedido todos ellos la dedicación exclusiva, han aumentado su voz en el Pleno con dos delegados no elegidos por las urnas y se ha creado una corte –o cohorte, por lo de pax romana- de asesores que nos cuestan sobre los 100.000.000 de las no olvidadas pesetas a todos los torrevejenses; mientras tanto, se niegan a crear la Comisión de Control y Fiscalización, la Comisión Especial de Sugerencias y Reclamaciones o cualquier órgano, también contemplado por la Ley, que los pueda fiscalizar.
Durante el tiempo que llevamos de mandato, entre las medidas aprobadas por el PP más dignas de destacar podemos nombrar el cambio del Plan General de Ordenación Urbana respecto a las grandes superficies comerciales – curiosamente le vendrá muy bien al nuevo centro comercial frente a la terminal de autobuses que se construye en suelo de dotación educacional- o la aprobación de unos Presupuestos Generales que nacen endeudados hasta el tuétano – sobre los 100.000.000 de euros- y que rebajan las prestaciones sociales y las inversiones; menos mal que siete meses no dan para mucho más.
Dos plenos de fiscalización ha conseguido la oposición: la fiscalización sobre la “restauración” del pailebote Pascual Flores y las permutas puestas en cuestión por el Tribunal de Cuentas, esta última por iniciativa de EU. Los dos plenos fueron un fiasco y una falta a la inteligencia de la oposición y ciudadanos; el PP se negó rotundamente a entrar en ambas cuestiones y utilizó para defenderlas a dos de sus delegados menos lustrosos –uno novato, que tardó dos semanas en contestar y con escasa fortuna, y el otro que parece que no ha aprendido nada después de tantos años-. Todo es justificable, al parecer del PP, cuando se tiene mayoría absoluta; así lo dijo, mejor dicho lo leyó, José Sánchez en el tan “memorable” pleno de fiscalización sobre los gastos del Pascual Flores.
Durante todo este tiempo siempre han sido los principales argumentos del PP contra EU, el llamarnos decimonónicos, comunistas, anclados en el pasado e incluso “insipiosos”, y otros términos que ahora no vengo a recordar, sin entrar nunca en el fondo de los asuntos ni rebatir las cuestiones sobre cifras o documentos.
Así transcurrimos entre estas y otras lides el 2007, y lo despedimos en el último pleno del año, bastante anodino por cierto y no tanto por las mociones en él presentadas sino por el desarrollo, cuyo colofón final fueron las palabras del Alcalde-Presidente a los presentes para desearnos para el 2008 “lo mismo que nosotros le deseábamos a él”. Pues, para que no haya duda, y siguiendo el tópico de los tres buenos deseos, le deseo a él tanto como para mí mismo: en la salud, la mejor del mundo; en el dinero, …ahí no quiero entrar a hablar; y en el amor, que sea muy feliz. Extensiblemente, para toda Torrevieja feliz y prospero 2008 y ahí nos vemos.
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