Aniversario del fusilamiento de Las Trece Rosas
El 5 de agosto de 1939 eran fusiladas trece adolescentes militantes de las JSU (Juventudes Socialistas Unificadas), junto a cuarenta y siete compañeros, en las tapias del cementerio del este de Madrid, desde entonces el pueblo las conoce por las "TRECE ROSAS" .
Fueron juzgadas el día 3 de agosto, en juicio sumarísimo, a puerta cerrada, y condenadas el mismo día a morir en un plazo de setenta y dos horas, y sin esperar a cumplir dicho plazo fueron ejecutadas.
La más joven no había cumplido los 16 años, habían pedido morir junto a otros compañeros/as que iban a ser fusilados ese día, pero sus verdugos no accedieron a concederlas ese último deseo.
Las jóvenes, dando prueba de una serenidad admirable, distribuyeron sus pertenencias entre las reclusas, tuvieron el valor de lavarse y peinarse, se pusieron sus más bonitos vestidos y esperaron con firmeza y sangre fría que vinieran a conducirlas a la capilla. Ya en capilla, les autorizaron a escribir una carta a sus familiares, y cada cual empezó a componer aquel recuerdo que hablaría de la monstruosa injusticia cometida.
Consolaron a las otras reclusas que lloraban, asegurando que se sentían felices de dar su vida por una causa justa. Cuando vinieron sus verdugos las trece menores salieron gritando "VIVA LA REPÚBLICA".
Las Trece Rosas es el nombre colectivo que se les dio a un grupo de trece muchachas, siete de ellas menores de edad (entonces establecida en 21 años), fusiladas por la represión franquista en Madrid, el 5 de agosto de 1939, poco después de finalizar de la Guerra Civil Española. Eran Carmen Barrero Aguado, Martina Barroso García, Blanca Brisac Vázquez, Pilar Bueno Ibáñez, Julia Conesa Conesa, Avelina García Casillas, Elena Gil Olaya, Virtudes González García, Ana López Gallego, Joaquina López Laffite, Dionisia Manzanero Salas, Victoria Muñoz García y Luisa Rodríguez de la Fuente.
Tras la caída de Madrid en manos de las tropas franquistas y el fin de la guerra, las Juventudes Socialistas Unificadas intentaron reorganizarse clandestinamente bajo la dirección de José Peña Brea, de 21 años. Tras el golpe de Estado del coronel Casado y el fin de la guerra, los dirigentes del PCE y las JSU habían abandonado España, dejando la organización en manos de militantes poco significados, los cuales, esperaban, podrían pasar más desapercibidos. José Peña, secretario general del comité provincial de las JSU, fue detenido por una delación, y obligado mediante torturas a dar todos los nombres que sabía y firmar una declaración preparada. Roberto Conesa, policía infiltrado en la organización, colaboró también en la caída de la organización (Conesa fue posteriormente comisario de la Brigada Político Social franquista y ocupó un cargo importante en la policía durante los primeros años de la democracia). La práctica totalidad de la organización clandestina cayó de este modo, sin apenas posibilidad de reorganización. La mayor parte de los detenidos aún no había tenido tiempo de integrarse en la organización clandestina o apenas acababan de hacerlo. A la captura de los militantes ayudó el hecho de que los ficheros de militantes del PCE y las JSU no habían podido ser destruidos, debido al golpe de Estado casadista, y fueron tomados por los franquistas al tomar Madrid. Entre los detenidos se hallaban las Trece Rosas, que fueron arrestadas y conducidas a instalaciones policiales, donde fueron torturadas, y después a la cárcel de mujeres de Ventas, una cárcel construida para 450 personas en la que se hacinaban 4.000.
El 27 de julio, Isaac Gabaldón, comandante de la Guardia Civil, inspector de policía militar de la 1ª Región Militar y encargado del "Archivo de Masonería y Comunismo" (archivo que agrupaba los documentos recopilados por las tropas de Franco en su avance durante la guerra), su hija y su chófer fueron asesinados en Talavera de la Reina, en un oscuro incidente del que fueron acusados tres militantes de las JSU. Como represalia, 56 jóvenes de las JSU encarcelados (en su mayor parte antes del asesinato), entre los que se encontraban las Trece Rosas, fueron llevados a juicio ante un Tribunal Militar el 3 de agosto (expediente 30.426), acusados de reorganizar las JSU y el PCE para cometer actos delictivos contra el "orden social y jurídico de la nueva España", y condenados, por "adhesión a la rebelión", a pena de muerte. En la madrugada del 5 de agosto de 1939, junto a la tapia del cementerio de la Almudena de Madrid, fueron fusilados los 56 miembros de las Juventudes Socialistas Unificadas, entre los que se encontraban las Trece Rosas.
El Partido Comunista de España homenajea mañana domingo a las 10:00h en el Cementerio de la Almudena "a los fusilados y fusiladas, víctimas de la dictadura", la fatídica fecha del 5 de agosto de hace 68 años. Como cada verano, la cita es junto a las tapias del cementerio testigo de tantas ejecuciones al amanecer "que cumplían las sentencias de unos tribunales ilegítimos para legislar e ilegales por formar parte de un régimen dictatorial procedente de la sedición y la traición al gobierno republicano, democrático y reconocido internacionalmente".
Foto: https://torreviejadigital.blogia.com/upload/externo-6cdac5cbd3b1b59e3764e7601d9d91ab.jpg
4 comentarios
LïdIA -
carmen -
Demian -
LaTiDo -