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MEMORIA HISTORICA

Los símbolos del franquismo en Torrevieja.

Los símbolos del franquismo en Torrevieja.

La nueva redacción de la Ley de la Memoria Histórica aprobada este miércoles por la ponencia del Congreso obligará a ayuntamientos, instituciones y particulares a retirar los símbolos franquistas y de exaltación de la Guerra Civil, y faculta a las Administraciones Públicas para retirarles subvenciones y ayudas si no lo hacen.

Las principales modificaciones respecto al texto original del Gobierno que ha asumido el PSOE se refieren a la expresa condena del régimen de Franco, a la declaración de “ilegitimidad” de los tribunales sin garantías y de sus sentencias y al reconocimiento de las creencias religiosas como motivo de la represión. La fórmula consensuada abarca tanto a los tribunales militares de la zona nacional como a los procesos extrajudiciales republicanos.

Después, en otro apartado se declara expresamente la ilegitimidad del Tribunal de Represión de la Masonería y el Comunismo, el Tribunal de Orden Público (TOP) y los tribunales políticos y consejos de guerra. De esta manera se abre la puerta para posible revisión jurídica de estos procesos, ya que ni los tribunales injustos de esa época ni las leyes que aplicaban para la persecución podrán ser invocadas por el Tribunal Supremo para negarse a anular las condenas que impusieron, como ocurría hasta ahora.

Además, en el capítulo de símbolos y monumentos públicos, cuya retirada limitaba inicialmente el Ejecutivo a las instituciones estatales, ahora se establece que todas las Administraciones Públicas "tomarán las medidas oportunas" para suprimirlos. Esto es, los ayuntamientos, por ejemplo, tendrían que renombrar muchas de sus calles.

En Torrevieja no quedan rastros del antiguo régimen. Nada en calles o plazas recuerda a Franco o a la guerra civil. Desaparecieron todos los símbolos en los años ochenta, cuando regía la ciudad la alcaldesa socialista Rosa Mazón. El concejal de Tráfico de aquellos años, y luego Alcalde, Joaquín García, recuerda que «en la Plaza de Miguel Hernández, entonces llamada de Los Caídos, había una gran cruz con una placa que recordaba a los caídos por Dios y por España. Quitamos la placa y se quedó la cruz sin leyenda».

Nunca hubo en Torrevieja monumentos a Franco. Sólo su perfil en un bajorrelieve del Salón de Plenos, en conmemoración de la ampliación del municipio en los años 50. Sí había amplia representación de nombres del antiguo régimen en el callejero: plazas o calles del Caudillo, José Antonio, General Mola, General Sanjurjo... «Los cambiamos por Miguel Hernández, Antonio Machado, Blasco Ibáñez.» Así, la Plaza del Caudillo se llamó de la Constitución y los paseos costeros pasaron a ser de Vista Alegre y de la Libertad. Nunca se han vuelto a cambiar nombres y apenas los más mayores recuerdan a las vías con nombres de próceres de la dictadura.

La excepción son dos referentes de la dictadura, Ramón Gallud y Juan Aparicio, pero más por razones de vinculación a la localidad que por su condición ideológica. Gallud fue jefe de Falange de Torrevieja, fusilado en Alicante durante la Guerra Civil; y Juan Aparicio, director general de Prensa del Movimiento, fundador de la Falange y padre del Certamen de Habaneras, desde los años cincuenta da nombre a lo que fue durante muchos años el Paseo de las Rocas.

 

 

Homenaje a las víctimas del bombardeo de Torrevieja de 1938

POR LA MEMORIA HISTÓRICA DE LAS VÍCTIMAS TORREVEJENSES.

Cartel conmemorativo del 69 aniversario del atentado terrorista sobre la ciudad de Torrevieja realizado por Izquierda Unida de Torrevieja.

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Aniversario del fusilamiento de Las Trece Rosas

El 5 de agosto de 1939 eran fusiladas trece adolescentes militantes de las JSU (Juventudes Socialistas Unificadas), junto a cuarenta y siete compañeros, en las tapias del cementerio del este de Madrid, desde entonces el pueblo las conoce por las "TRECE ROSAS" .

Fueron juzgadas el día 3 de agosto, en juicio sumarísimo, a puerta cerrada, y condenadas el mismo día a morir en un plazo de setenta y dos horas, y sin esperar a cumplir dicho plazo fueron ejecutadas.

La más joven no había cumplido los 16 años, habían pedido morir junto a otros compañeros/as que iban a ser fusilados ese día, pero sus verdugos no accedieron a concederlas ese último deseo.

Las jóvenes, dando prueba de una serenidad admirable, distribuyeron sus pertenencias entre las reclusas, tuvieron el valor de lavarse y peinarse, se pusieron sus más bonitos vestidos y esperaron con firmeza y sangre fría que vinieran a conducirlas a la capilla. Ya en capilla, les autorizaron a escribir una carta a sus familiares, y cada cual empezó a componer aquel recuerdo que hablaría de la monstruosa injusticia cometida.

Consolaron a las otras reclusas que lloraban, asegurando que se sentían felices de dar su vida por una causa justa. Cuando vinieron sus verdugos las trece menores salieron gritando "VIVA LA REPÚBLICA".

Las Trece Rosas es el nombre colectivo que se les dio a un grupo de trece muchachas, siete de ellas menores de edad (entonces establecida en 21 años), fusiladas por la represión franquista en Madrid, el 5 de agosto de 1939, poco después de finalizar de la Guerra Civil Española. Eran Carmen Barrero Aguado, Martina Barroso García, Blanca Brisac Vázquez, Pilar Bueno Ibáñez, Julia Conesa Conesa, Avelina García Casillas, Elena Gil Olaya, Virtudes González García, Ana López Gallego, Joaquina López Laffite, Dionisia Manzanero Salas, Victoria Muñoz García y Luisa Rodríguez de la Fuente.

 

Tras la caída de Madrid en manos de las tropas franquistas y el fin de la guerra, las Juventudes Socialistas Unificadas intentaron reorganizarse clandestinamente bajo la dirección de José Peña Brea, de 21 años. Tras el golpe de Estado del coronel Casado y el fin de la guerra, los dirigentes del PCE y las JSU habían abandonado España, dejando la organización en manos de militantes poco significados, los cuales, esperaban, podrían pasar más desapercibidos. José Peña, secretario general del comité provincial de las JSU, fue detenido por una delación, y obligado mediante torturas a dar todos los nombres que sabía y firmar una declaración preparada. Roberto Conesa, policía infiltrado en la organización, colaboró también en la caída de la organización (Conesa fue posteriormente comisario de la Brigada Político Social franquista y ocupó un cargo importante en la policía durante los primeros años de la democracia). La práctica totalidad de la organización clandestina cayó de este modo, sin apenas posibilidad de reorganización. La mayor parte de los detenidos aún no había tenido tiempo de integrarse en la organización clandestina o apenas acababan de hacerlo. A la captura de los militantes ayudó el hecho de que los ficheros de militantes del PCE y las JSU no habían podido ser destruidos, debido al golpe de Estado casadista, y fueron tomados por los franquistas al tomar Madrid. Entre los detenidos se hallaban las Trece Rosas, que fueron arrestadas y conducidas a instalaciones policiales, donde fueron torturadas, y después a la cárcel de mujeres de Ventas, una cárcel construida para 450 personas en la que se hacinaban 4.000.

El 27 de julio, Isaac Gabaldón, comandante de la Guardia Civil, inspector de policía militar de la 1ª Región Militar y encargado del "Archivo de Masonería y Comunismo" (archivo que agrupaba los documentos recopilados por las tropas de Franco en su avance durante la guerra), su hija y su chófer fueron asesinados en Talavera de la Reina, en un oscuro incidente del que fueron acusados tres militantes de las JSU. Como represalia, 56 jóvenes de las JSU encarcelados (en su mayor parte antes del asesinato), entre los que se encontraban las Trece Rosas, fueron llevados a juicio ante un Tribunal Militar el 3 de agosto (expediente 30.426), acusados de reorganizar las JSU y el PCE para cometer actos delictivos contra el "orden social y jurídico de la nueva España", y condenados, por "adhesión a la rebelión", a pena de muerte. En la madrugada del 5 de agosto de 1939, junto a la tapia del cementerio de la Almudena de Madrid, fueron fusilados los 56 miembros de las Juventudes Socialistas Unificadas, entre los que se encontraban las Trece Rosas.

El Partido Comunista de España homenajea mañana domingo a las 10:00h en el Cementerio de la Almudena "a los fusilados y fusiladas, víctimas de la dictadura", la fatídica fecha del 5 de agosto de hace 68 años. Como cada verano, la cita es junto a las tapias del cementerio testigo de tantas ejecuciones al amanecer "que cumplían las sentencias de unos tribunales ilegítimos para legislar e ilegales por formar parte de un régimen dictatorial procedente de la sedición y la traición al gobierno republicano, democrático y reconocido internacionalmente".

Foto: https://torreviejadigital.blogia.com/upload/externo-6cdac5cbd3b1b59e3764e7601d9d91ab.jpg 

Torrevieja tiene pendiente el reconocimiento de su Memoria Histórica.

Torrevieja tiene pendiente el reconocimiento de su Memoria Histórica.

Pronto se cumplirán 70 años del mayor bombardeo que ha sufrido Torrevieja. El 25 de agosto de 1938, 19 personas murieron en el terrible atentado terrorista que llevaron a cabo las fuerzas aliadas del Frente Popular sublevadas a la República Española. Más de cuarenta y cinco heridos y varias casas destrozadas se suman a las cifras de fallecidos causados por los 28 artefactos explosivos arrojados por la Aviación Legionaria italiana, de la Italia de Mussolini.

La Torrevieja libertaria y republicana fue castigada por el ejercito rebelde, y desde entonces estas victimas y sus familiares no han recibido ningún homenaje desde que el General fascista Francisco Franco sometió a España a cuarenta años de dictadura.

En estos momentos de conciliación histórica se hace obligado el reconocimiento en igualdad de honores a las victimas de esa injusta guerra civil, sin distinción de colores ni bandos.

En nuestra ciudad, tan sólo se han dado honores a las muertes, también injustas, de victimas del Frente Popular o Falangistas, como Ramón Gallud o Clemente Gonsalves dejando de lado las víctimas republicanas o aquellos inocentes civiles a los que las bombas truncaron sus vidas.

Es hora ya que en este pueblo, y en toda España el espíritu conciliador y de justicia histórica nos permita a las nuevas generaciones conocer y perpetuar el recuerdo de los hechos y rendir homenaje el próximo 25 de agosto a las 19 víctimas de este atentado criminal y perpetuar su recuerdo para que las injusticias de la historia no sean repetidas.

El grupo IU de Torrevieja, acaba de proponer por medio de Moción al Pleno la construcción de un monumento recordatorio a las victimas de dicho bombardeo. IU espera un apoyo mayoritario a la propuesta.

Es un buen momento para que algunos de los que votaran esta propuesta cuelguen sus hábitos falangistas y en un conato de lucidez reconozcan que el homenaje a estas víctimas es una deuda moral que Torrevieja tiene con ellos y sus familiares y acto demócrata.

El PP se ha negado a conmemorar no sólo el 75 aniversario de la república sino el reconocimiento a los torrevejenses asesinados en aquel bombardeo. En el archivo municipal no consta el 25 de agosto de 1938.

Podemos tener más información sobre los hechos de este bombardeo y la Guerra Civil en Torrevieja a través del libro de la historiadora torrevejense Carolina Martinez titulado “Un pueblo en la Retaguardia” de la editorial Sietemares donde gracias a su eficaz investigación y la reproducción de los testimonios que ha podido recoger, Carolina Martinez nos ha dejado un libro imprescindible en la biblioteca de cualquier torrevejense comprometido con el pasado y futuro de su ciudad.

A la Memoria de: Ángel García Coello, Francisco Hernández Hernández, Francisco Desamparado Moreno, Antonio Moreno Guardiola, Joaquina Antolinos Zapata, María Antonia Moreno Antolinos, Rafael Clemares Sala, Ángeles Cerezuela Guardiola, Ángeles Andréu Cerezuela, Manuel Andréu Cerezuela, Anastasio Blanco Ballester, Cayetano Sánchez Sanz, Francisco Desamparado Sánchez, María Quer Piorno, Mercedes Martínez Blesa, Josefa Alar Linares, Concepción Aracil Rives, Francisca Vidal Baños, Rosario Alonso Mendiluces y de todos sus familiares.

Foto: Paseo Vista Alegre principios del siglo XX