El constructor de Murcia, su bisoñé, la 'nena', el alcalde, su jefe de prensa y el consejero
Si la Operación Tótem contra la corrupción en Totana (Murcia) hizo alucinar en colores a algunos agentes de la UCO de la Guardia Civil que realizaron el servicio de escuchas telefónicas, el levantamiento parcial del secreto del sumario de las investigaciones por supuesta corrupción en los también murcianos ayuntamientos de Torre Pacheco y Fuente Álamo ha desvelado, entre otras cosas, que esos agentes ya debían estar curados de espanto cuando grabaron las cintas de Totana. Si en ésta última hablamos en su momento de la brasileña, el diputado, su ex mujer y el alcalde, en Fuente Álamo y Torre Pacheco habría que hablar del constructor, su amada edil, el alcalde, su querida, el consejero y el diputado. Mucho más escandaloso, aunque no haya club de alterne que dé nombre al operativo ni brasileña de por medio, como en Totana.
Porque resulta que las grabaciones de Torre Pacheco y Fuente Álamo, hechas antes que las de Totana y conocidas ahora, ponen al descubierto un cutre entramado de intereses creados, traiciones rastreras, celos, encuentros (sexuales o no) y desencuentros de la más baja estofa, al lado de los cuales Falcon Crest queda como paradigma de la finesse de una ópera, aunque sea bufa, y el personaje de la Celestina sería una bendita alma de la caridad al lado de los "grabados" en Torre Pacheco y Fuente Álamo.
Buena parte del contenido de esas cintas –que el sumario califica prudentemente de "asuntos privados no sometidos a investigación"– revelan la íntima relación del afamado constructor portador de arcaico bisoñé con una joven alcaldesa a la que aquél se refiere telefónicamente como "la nena". "Dile a la nena...", "que lo arregle la nena...", son algunas de sus expresiones grabadas por los agentes.
También se deduce de las cintas magnetofónicas que Daniel García Madrid , ex abogado de ese constructor y ahora joven alcalde felizmente casado y con hijos, se veía a escondidas con la jefa de prensa de su ayuntamiento con más frecuencia de lo que las buenas costumbres católicas harían desear.
Y que más de media docena de concejalas y concejales de ambos ayuntamientos le cuentan, cada uno por su lado y por teléfono, al afamado constructor con peluquín cualquier chismorreo relacionado directa o indirectamente con la vida social o política del municipio. "La alcaldesa María Antonia Conesa estuvo bailando con todo el mundo" en una fiesta oficial. "Y yo le dije, ¿pero tú ves al alcalde de Murcia bailando con alguien?", le cuenta una concejal, probablemente envidiosa, al constructor. Pero el receptor de la confidencia tampoco se anda a la zaga, pues en más de un caso y acto seguido a obtener la confidencia usa su propio móvil: "Oye, que me acaba de decir la concejal que piensa de ti que eres un tal y un cual".
En las mismas larguísimas grabaciones todo un entonces consejero de Presidencia del Gobierno de Murcia, Fernando de la Cierva, que vive en un chalet de Polaris World, se permite el lujo de advertir al alcalde y al diputado en el Congreso de los Diputados de que un "chivatazo" le ha hecho saber que sus conversaciones están siendo grabadas por la Guardia Civil. Es el mismo personaje que ya como ex consejero precisó con mucha suficiencia a El Confidencial en septiembre pasado que no trabajaba para Polaris World, sino para "una de las muchas empresas de Pedro García Meroño", principal socio de ese holding inmobiliario, y ahora "separado provisionalmente" del sumario por la juez instructora y, por tanto, también provisionalmente no imputado.
En las cintas hay confidencias, chismorreos, dimes, diretes y cutrez hasta la saciedad. Los periodistas que han visto las transcripciones e, incluso, oído algunas cintas alaban los quintales de paciencia que han tenido los agentes de la Guardia Civil para hacer los seguimientos telefónicos. Y es que algunos de los investigados eran capaces de tirarse más de una hora hablando por el teléfono celular de cómo iban a ir en avión privado a un partido de fútbol en el Camp Nou o cómo había resultado la corrida de toros de Sevilla a la que habían ido por el mismo medio y, entretanto, era cuando revelaban los favores y negocietes que han dado lugar a la investigación sobre corrupción urbanística.
Ahora bien, fuentes conocedoras del sumario y de la misma investigación opinan que muy posiblemente la candidez de los investigadores pueda devenir en que todo el asunto quede en nada, judicialmente hablando. "No se puede pedir oficialmente unos expedientes determinados a un alcalde o a una alcaldesa que saben que están siendo investigados: te los da cribados, limpios", o mandar a la Guardia Civil al ayuntamiento después de que se haya avisado de las investigaciones, aseguran. Sobre todo si el que dio ‘el queo’ del peligro inminente fue todo un consejero de la Presidencia regional que advirtió de que el propio presidente de la Comunidad, Ramón Luis Valcárcel, y el diputado nacional oriundo de la zona, Alberto Garre, también estaban al tanto.
Por eso es que la Operación Tótem, que se hizo en noviembre, cuando ya se sabía que lo de Torre Pacheco y Fuente Álamo estaba en marcha desde seis meses antes, tiró por el camino de en medio aunque causara un escandalazo: cincuenta agentes de la UCO aparecieron de buena mañana en el ayuntamiento totanero sin aviso previo, lo cercaron, lo cerraron y se llevaron toda la documentación que el fiscal consideró oportuno. Y esta actuación de Totana, con brasileña o sin brasileña, pero con un alcalde popular que no dimite ni en broma y un diputado regional ex del PP y ahora convenientemente en el Grupo Mixto, dicen que sí dará frutos muy tangibles. Aunque sea "a la sombra".
Publicado en El Confidencial. http://www.elconfidencial.com/cache/2008/02/12/73_constructor_murcia_bisone.html
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