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Reportaje Revista Interviú. La pista española del crimen del polonio

Reportaje Revista Interviú. La pista española del crimen del polonio

Reportaje por: Josep Roig / Raúl Favre.

El ex espía ruso Alexander Litvinenko murió envenenado con polonio tras descubrir que Vladimir Putin está blanqueando dinero en España antes de su salida del Gobierno ruso, prevista apra el año próximo. Así lo asegura otro exiliado y millonario ruso , Boris BVerezovsky, que fue un `capo´ del aparato del Kremlin

12/03/07
“Están comprando cantidades de terreno enormes en la provincia de Alicante. También sabemos que han estado negociando para comprar hoteles de cuatro y cinco estrellas”. Un oficial de inteligencia español describe así las pesquisas abiertas para tratar de aclarar si “una empresa conocida mundialmente entre los servicios de inteligencia” (como tapadera o testaferro de personas que quieren permanecer ocultas para blanquear dinero) que está comprando terrenos y buscando negocios en España lo hace para traer a nuestro país dinero del presidente de Rusia, Vladimir Putin, o sus allegados. “A Putin le queda un año de presidente, no puede presentarse a las próximas elecciones. Y tenemos sospechas de que él o gente de su círculo están colocando capital fuera de Rusia antes de perder el poder”, añaden las mismas fuentes.

Las pesquisas sobre posibles inversiones opacas de miembros del Gobierno ruso en España coinciden con las revelaciones del millonario Boris Berezovsky, exiliado en Londres. Berezovsky fue el padrino de Boris Yeltsin y cayó en desgracia tras la llegada al poder de Putin. Era amigo del ex espía Alexander Litvinenko, asesinado con polonio 210 (un material muy radiactivo) en Londres el pasado mes de noviembre, y ha declarado que el ex agente del KGB fue asesinado “porque había caído en sus manos información muy sensible que implicaba a Vladimir Putin y Roman Abramovich [millonario ruso y dueño del Chelsea]. Ambos habrían ocultado y blanqueado dinero en España”.

No es la primera vez que se investigan los posibles desvíos de dinero de Putin hacia España. La revista rusa Novaya Gazeta, último reducto crítico con Putin, y donde publicaba sus crónicas la periodista asesinada Anna Politkovskaia, informó en el año 2000 de una investigación que implicaba a Putin, entonces vicealcalde de San Petersburgo, en el desvío de dinero destinado a rehabilitar un monasterio y crear un centro de negocios para comprar 32 apartamentos en la urbanización La Paloma, de Torrevieja (Alicante). Las pesquisas no llegaron a determinar quién estaba detrás de la empresa Trust 20 ni de las visitas de cientos de militares rusos a los apartamentos.

La investigación sobre el asesinato de Litvinenko con material sólo producido en centrales nucleares ha llegado hasta el nombre de Andrei Lugovoi, que también fue agente del KGB. Lugovoi visitó a Litvinenko antes de su asesinato en Londres y dejó luego trazas de polonio por todos los lugares por los que pasó y en el avión que tomó para regresar a Rusia. La revista Novaya Gazeta ha publicado la hipótesis de que el propio Berezovsky estuviera involucrado en el crimen, en su afán por desacreditar a Putin. De hecho, Lugovoi trabajó como guardaespaldas para el propio Berezovsky. Los servicios de información de varios países occidentales, entre ellos España, investigan si Lugovoi pertenece actualmente al SVR (el servicio de espionaje exterior de Rusia), autorizado recientemente por su Gobierno para eliminar terroristas fuera de sus fronteras. También, si algunos oligarcas multimillonarios rusos que viven en Europa protegen las actividades de estos agentes asesinos a cambio de su inmunidad y la de sus negocios. El propio Litvinenko, en los últimos días de su vida, acusó a Putin de estar detrás de su muerte.

La otra hipótesis publicada en Rusia sobre el crimen del polonio apunta a los jefes chechenos prorrusos, molestos con Litvinenko, recién convertido al islam y muy crítico con los crímenes de guerra rusos en la ex república caucásica.

En sus denuncias sobre el crimen, Berezovsky apunta, además de a Putin, a Roman Abramovich, otro millonario ruso que vive en Londres, donde es dueño del equipo de fútbol Chelsea. Abramovich heredó de Berezovsky el puesto de millonario de confianza del régimen ruso. Pese a vivir en Inglaterra, sigue siendo gobernador de la región rusa de Chukotka y vendió el pasado año su petrolera Sibneft al consorcio estatal ruso de gas Gazprom, operación por la que obtuvo unos 6.000 millones de dólares. Fuentes de los servicios de información consultadas por esta revista explicaron que no tienen dato alguno, ni siquiera sospechas, sobre inversiones españolas de Abramovich.El único dato de su posible vinculación con grupos mafiosos en España es su amistad con Merab Gogiya, alias ‘Melija’ [zorro, en ruso]”. Éste fue uno de los detenidos en la operación Avispa, contra las mafias rusas en España. “Gogiya fue a recogerle al aeropuerto de Barcelona y le recibió con un abrazo. Luego estuvo en el palco del Camp Nou para ver el Barcelona- Chelsea”, recuerdan las mismas fuentes.

Lo que sí resulta ya indiscutible es que cuanto más saben policías y guardias civiles de las mafias rusas en España, más altas son las conexiones políticas que descubren. Según los datos del Gobierno español, el mayor jefe mafioso encarcelado en nuestro país es Zakhar Kalashov, extraditado desde Dubái y acusado de dirigir un grupo mafioso conocido como Solnstevkaya (los de Solntsevo). Fuentes de los servicios de inteligencia explican que además de negocios ilegales por los que se le acusa de asociación ilícita y blanqueo de capitales, Kalashov mantenía relaciones muy fluidas con el poder en Rusia y que en sus numerosos viajes por el golfo Pérsico hacía gestiones para la principal petrolera rusa, la estatal Lukoil, lo que demuestra su excelente relación con el Kremlin. De hecho, ha llegado al menos una carta de un parlamentario ruso alabando la bonhomía de Kalashov y solicitando su libertad.

Mafias y poder político son difíciles de distinguir en Rusia. Esta revista ha tenido acceso a informes de servicios de inteligencia españoles sobre esas vinculaciones. A finales de los años 90, los informes cifraban en “unos 8.000” los “grupos delincuenciales en la antigua URSS, de los que 300 están estructurados perfectamente”. Estos grupos contaban con unos 100.000 integrantes a sueldo dirigidos por entre 750 a 800 capos o vor v zakone (ladrones de ley), según el mismo informe. En 2004, otro informe reservado cifraba en 4.000 los grupos criminales en la CEI (la antigua Confederación de Estados Independientes, un territorio mucho más reducido que el soviético). Las mafias controlaban ya en Rusia, Georgia y Bielorrusia40.000 negocios, 400 bancos y 1.500 empresas estatales”, según el documento. Quizá por estos datos, más el crimen del polonio, el Gobierno, tras años de espera, acaba de conceder la nacionalidad a Gusinski, otro oligarca enemigo de Putin.

Noticias Relacionadas: Entrevista a Boris Berezovsky.

http://www.interviu.es/default.asp?idpublicacio_PK=39&idioma=CAS&idnoticia_PK=40490&idseccio_PK=547&h= 

 

 

1 comentario

Jorge -

Esto ya... está imposible. Y bueno siguen ganando los de siempre, quién puede competir contra una carpa gigante y el monopolio de la propaganda electoral y los espacios públicos...