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En solidaridad con Ana Noguera. Por la libertad de expresión.

En solidaridad con Ana Noguera. Por la libertad de expresión.

Desde nuestro humilde blog, queremos mostrar nuestro apoyo a Ana Noguera, que haciendo uso de la libertad de expresión, que nos brinda nuestra ya vieja y desfasada Constitución,  escribió un artículo por el que el genovés Carlos Fabra  ha sentido "desazón" y creyendo  dañado su honor la ha demandado. El que llamara "hijo de puta" al portavoz socialista de la diputación se la coge ahora con pinzas cuando se trata de "su honor". Fabra reclama 60.000 euros por los «daños morales causados a su honor»

Aquí os dejamos el artículo en cuestión y la respuesta de Ana Noguera:

Carlos Fabra: ¿inocente?
Carlos Fabra ha sido producto de mi tierra valenciana, exportado a otras lindes del país. Gracias a determinados medios de comunicación escritos o en televisión (¡Viva Caiga quien Caiga!), Carlos Fabra sigue oculto detrás de sus gafas negras, pero ya sabe toda España que es un hombre afortunado: una de las mayores riquezas del país ganado con el ¿sudor? de su frente; la persona que más veces le ha tocado la lotería; quien más cuentas bancarias tiene en España y a saber dónde más; con amigos afortunados que ejercen de guardaespaldas, de periodistas (con micrófono de la televisión Intereconomía), de falsos empresarios, y vete a saber, ... de cuántas cosas más, y quizás por eso tienen algún problemilla judicial.
Fabra es mano derecha (nunca mejor dicho) de Francisco Camps (presidente de la Generalitat Valenciana), íntimo amigo de Aznar, y ahora un dolor de cabeza para Rajoy, a quien no le queda más remedio que visitarlo en su casa si quiere recibir su trato de favor.
Tiene una hija diputada que quiere continuar la saga de los Fabra en Castellón. Casada con el consejero de Sanidad de Esperanza Aguirre, hace la ruta madrileña para establecer su influencia dentro del PP, y así tener cogidos ... "de compromisos" a más de uno en su partido. Y ha conseguido anular juicios, jueces, fiscales, abogados, y un largo etcétera de quienes se han puesto en su camino.
Y ahora que la justicia, por fin, parece espabilar y está desentramando la vida ejemplar de este modesto, discreto y "honesto" presidente de la Diputación de Castellón por los siglos de los siglos, el abogado de los consumidores se encuentra perseguido, amenazado, y con tramas falsas para chantajearlo. Y todo esto lo hacen los hombres amigos de Carlos Fabra que ejercen como guardaespaldas. Pero yo estoy convencida, absolutamente convencida, de que no lo hacen por dinero, sino por "amor verdadero y amistad pura" al insigne Carlos Fabra.
Eso es lo que se ve. Y, en mi opinión, ya es delito. Si Vds supieran lo que en Castellón o en la Comunidad Valenciana se cuenta de él, echarían a temblar. Dicen que toda persona es inocente hasta que se demuestre lo contrario. Y éste es el burladero que Don Carlos y el PP utilizan para no dar explicaciones. Pero política y éticamente, ya está condenado.
El PP valenciano ha modificado su código ético. Ha hecho una excepción: se aplicará a todo el mundo, menos a Carlos Fabra. Hasta que no lo pille la justicia con las manos en la masa, el PP valenciano reza todos los días porque Dios sea misericorde y no justo.
Si Roberto Saviano, el escritor de Gomorra, se atreve, podría iniciar un nuevo libro "Don Carlos, vida y obra". Pero si la camorra italiana es peligrosa, en Castellón hace mucho tiempo que la ley del silencio impera por miedo.

ANA NOGUERA
Diputada autonómica PSOE

Carlos Fabra y la libertad de expresión

Don Carlos Fabra me ha pedido conciliación previa a presentarme una querella por un artículo que publiqué en noviembre sobre él. Según su escrito, dice que ha sentido «desazón» por mis palabras, y me alegro pues es un sentimiento que no esperaba que Don Carlos conociera. Además, demanda 60.000 euros por los «daños morales causados a su honor». ¡Como si fuera yo quien ha perjudicado el honor de Fabra! Creo, sinceramente, que él ha contribuido suficiente para denostar, no sólo su nombre y el de su familia, sino lo que particularmente más me preocupa, a la clase política.
No son éstas las razones de la denuncia. Más bien pienso que la intención es que me calle, o nos callemos, y no opinemos. No seré la primera querellada. La lista es larga. Toda aquella persona, medio de comunicación, periodista que se «atreve» a decir públicamente algo sobre Don Carlos se verá con una querella. Pero lo que yo manifiesto en mi artículo no es nada nuevo: es lo que todo el mundo piensa, dice, murmura, susurra e incluso publlica en todos los medios de comunicación. ¿Acaso no piensa todo el mundo lo mismo? ¿Acaso no es él quien está imputado por varios delitos?
Don Carlos exige la presunción de inocencia. La tiene. Los jueces son los que dictaminarán sobre sus imputaciones delictivas.
Pero yo le exijo el respeto a la libertad de expresión. Y más, cuando no se vierten insultos ni ofensas. Porque la ofensa mayor es ensuciar, enturbiar, manchar a la clase política. Y perdóneme, don Carlos, pero ese barrizal le pertenece a usted.
Don Carlos prologa libros sobre Franco donde se niega la dictadura y lo ocurrido en España, donde se desvirtúa la historia dura y dictatorial de nuestro país. Pero él se lo puede permitir con dinero público. Y además le llama «libertad de expresión». No, señor, usted hay términos del vocabulario que confunde, como por ejemplo, democracia, honestidad y transparencia. Alguien capaz de defender la manipulación histórica para defender la dictadura de Franco no puede tener convicciones democráticas. ¿También merece esto una querella?
Cada día que pasa, Don Carlos sigue generando polémica y noticias nada agradables para la ética y la política: insultos al portavoz socialista de la diputación; grabaciones diciendo que él «compra votos»; proyectos frustrados como Mundo Ilusión que han servido únicamente para gastar mucho dinero público en humo y mantener «engañada» a la ciudadanía castellonense.
Lo preocupante es que el PP tiene que defenderlo a capa y espada bajo la consigna: Todos somos Fabra. ¿Por qué? El PP, sus militantes y votantes, me merecen mucho respeto. Pero cuando la ley del silencio se impone generando complicidad y cierre de filas en torno a un personaje como Don Carlos algo ocurre. Don Carlos parece generar miedo, que no es lo mismo que respeto. Y por culpa de ese miedo el PP debe cargar con la mancha, el pecado y el pecador a cuestas.
Este artículo puede entenderlo como quiera, pero sólo es una aclaración. Sencillamente es una respuesta para:
-Ratificarme en toda la opinión política que manifesté en el anterior artículo.
-Pensar libremente con razones, argumentos y hechos que, independientemente del proceso judicial, las formas y actuaciones de Don Carlos son condenables ética y políticamente.
El honor de Don Carlos está mancillado por todos los posibles delitos por los que está imputado, por sus actuaciones dictatoriales frente a los grupos de la oposición, por las formas nada democráticas de ejercer el gobierno, por la utilización que ha hecho de los votos democráticos de la ciudadanía.
En mi opinión, hace muchísimo tiempo que Don Carlos perdió el honor si alguna vez lo tuvo. Y muchos somos los que aquí seguimos y aquí estamos intentando que la política no admita ni acepte comportamientos como los de Don Carlos Fabra.

Ana Noguera

Foto: http://annanoticies.com/wp-content/Carlos_Fabra_01.jpg

1 comentario

Mª Dolores Amorós Montaner -

Totalmente de acuerdo con Ana Noguera, una persona exquisita, culta, sensible y decididamente de izquierdas, valiente como ella sola. Es un valor que el PSPV-PSOE no debería dejar perder.
En relación al asunto del presidente de la Diputación de Castellón, me adhiero totalmente a Ana. En lo que concierne a este caso YO TAMBIÉN SOY ANA NOGUERA: