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Torrevieja Digital

Erase una vez... una ciudad.

 
Mil novecientos noventa y tantos, la nueva corporación municipal, tras haber hecho toma de sus cargos, se reúne por primera vez:
 
Sr. Alcalde: Hoy quiero transmitiros la idea que yo tengo de esta ciudad, y vosotros vais sugiriendo o debatiendo según os parezca. Lo primero; tengo la solución al problema con el equipo de fútbol. Todos sabemos que es una desgracia que esté en tercera y que sus cuentas amenacen embargo; pues bien; les vamos a comprar el estadio.

Concejal 1: ¿Y eso para qué?

Sr. Alcalde: Para nada. Pero el fútbol es un hecho cultural importantísimo para esta ciudad y no podemos quedarnos sin equipo de fútbol.

Concejal 2: ¿Y como le sacaremos rentabilidad a un campo de futbol?

Sr.Alcalde: Fácil. Vendrá un megarrrrrico, comprará el club y construirá un nuevo campo de futbol de máxima categoría. Mientras, nosotros destruimos el primero y vendemos las parcelas a mil euros el centímetro cuadrado.

Concejal 3: ¿Por la cara?

Sr. Alcalde: No. Le daremos licencia para construir el centro comercial más grande de todo el Mediterráneo.

Concejal 2: Alaaaaaaaaaaaaa!

Concejal 1: A mí me da miedo por si acaso nos acusan de especular.

Sr. Alcalde: Bah, a las dos semanas de inaugurarlo, que el megarrrrico venda el centro comercial a un consorcio de empresas extranjeras y así se pierde nuestro rastro. Además, si nadie nos acusa de especular con lo que vamos a hacer en el polígono de La Paz (darle a un constructor un barrio entero para que lo tire, desaloje a todos los gitanos de allí y lo llene de megatorres gigantescas), esto menos.

Concejal 1: Señor alcalde, siento aguar la fiesta, pero ya hemos dado una licencia para construir el centro comercial más grande del Mediterráneo.

Sr.Alcalde: Es que serán DOS centros comerciales. Vendrá gente de todas las provincias, se instalará un Ikea, una Fnac, un montón de cines. ¡Será grandioso!
Concejal 1: Pues vamos a tener que hacer nuevas carreteras, porque con los atascos mañaneros que tenemos todos los días...

Sr. Alcalde: Conseguiremos que las empresas se comprometan a hacer nuevos viales.

Concejal 1: Ja! Esos se comprometen y luego no cumplen nada. Como no se construyan nuevas autovías conseguiremos que los fines de semana se conviertan en un infierno de tráfico.

Sr. Alcalde: Lo importante es que la urbanización más megachachi de la región tenga un carril exclusivo para llegar al centro comercial. A los demás, les construimos rotondas.

Concejal 1: Pero esa no es la solución. ¿Y si hacemos túneles para dar fluidez? Las rotondas entorpecen la circulación y la taponan cuando el flujo es mu gordo.
Sr. Alcalde: ¡He dicho que rotondas! Quedan tannnn bonicas...
Concejal 2: Otro problema que yo veo es que si se construyen tantos cines, los cines de la ciudad terminarán cerrando.
Sr. Alcalde: ¿Y qué problema es ese? Si quieren cines, que cojan el coche.

Concejal 3: ¿Y los adolescentes, qué harán? Mire, nuestra ciudad es conocida por su vida en la calle; corremos el riesgo de que a las siete de la tarde de un sábado, parezca un cementerio. Y los cines son cultura e historia de una ciudad.

Sr. Alcalde: ¿Cultura los cines? Anda, no me hagas reir. Además tampoco creo que llegue el tema a que sólo queden abiertas dos ó tres salas. De todas maneras, como vamos a llenar toda la ciudad de plazas duras horrorosas (que están superdemoda para poner debajo parkings a tuttiplen), no creo que la gente tenga muchas ganas de pasear por la ciudad, sobre todo porque no va a haber ni una puta sombra en la que cobijarse con este solazo que cae 360 días al año. Además esta ciudad no es como las demás que tienen a sus antepasadas civilizaciones bajo ellas, nosotros no tenemos nada de que preocuparnos por el subsuelo.

Concejal 1: Otro problema es que con tanto atasco la gente no nos vuelva a votar.

Sr.Alcalde: Pues sacamos una procesión y la vendemos como si fuese el acontecimiento cultural del año.

Concejal 2: ¿Y eso sirve para algo?

Sr. Alcalde: No, pero entretiene una barbaridad.

Concejal 1: El pequeño comercio se pondrá de los nervios.

Sr. Alcalde: Pues montamos una campaña de publicidad y ayuda, y quedamos como Dios.

Concejal 1: Pero es que no habrá nadie para verla. Estará todo el mundo en el centro comercial.

Sr. Alcalde: Mira, tú te callas que encima que te permito estar en la junta que gestiona el puerto ilegal que haces con una empresa en la playa y te voy a dejar votar en las recalificaciones de tus amigos, sólo faltaba que me dieses la murga.

Concejal 1: Ainsss.
Concejal 3: ¿Y donde estará ese nuevo estadio? ¿En los terrenos que tenemos al lado de la universidad privada?
Sr. Alcalde: Shhhhhh!. Esos ni tocarlos que he pensado regalárselos a la universidad privada que nos apoyan en todo mogollón. Irá al lado del nudo más importante de carreteras de la ciudad.

Concejal 1: Mare mía que de atascos.

Sr. Alcalde: ¿Tú que sabes? Anda, no digas tonterías.

Concejal 3: No sé yo si esto se verá con buenos ojos por la ciudadanía...

Sr. Alcalde: Es que no lo van a ver. Nos vamos a inventar una campaña de desagravio cuando no nos concedan el agua que queremos.

Concejal 2: Pero si Aznar va a traer el agua...

Sr. Alcalde: Hijo; no te enteras de nada. Aunque esté ocho años en el gobierno no la traerá, para así poder echarle la culpa al que venga luego.

Concejal 3: Yo sigo sin verlo claro. Los transportes en esta ciudad son un desastre; los taxis son los más caros de España y los autobuses funcionan de risa. Moverse se va a poner bien jodido. ¿Qué tal un carril bici?

Todos: Jaaajajaja

Sr. Alcalde: Pos traemos el tranvía que queda muy bonico también.

Concejal 2: Alaaaaaaa que chulo ¿Cuantas líneas?

Sr. Alcalde: Sólo una, desde la empresa municipal de aguas hasta el tanatorio.

Concejal 2: ¿Pero ahí servirá de algo?

Sr. Alcalde: De poco, pero queda bien bonico, además la línea podría comunicar la ciudad con los futuros centros comerciales.
Concejal 2: Es un plan magistral, señor alcalde. Pero parece difícil de llevar a cabo.
Sr. Alcalde: Tú déjame a mí, que en poco más de diez años no va a conocer a esta ciudad ni la madre que la parió.

Dedicado a la ciudad que nos están robando, y a las gentes que padecen esta indeseada metamorfosis: sobre todo a las futuras generaciones que cuando vean la tierra que teníamos y el vertedero que les dejamos nos maldecirán.

Es posible que algún día cuando alguien más joven que tú, suba a una pequeña colina y vislumbre el desastre de tierra que le has legado, no te perdone por tu dejadez y falta de comprensión por la naturaleza y el mundo que nos rodea.
Anónimo
Via Blog Murcia Viva

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